lunes, 7 de septiembre de 2020

volver, siempre volver al blog

 28/8/2020

el domingo pasado fuimos a tristán con nati

yo no había vuelto a tristán desde que me mudé

viví tres años con la feria cada domingo en la puerta de mi casa

eso hace que una se apropie del espacio

es, fue, mi barrio

siempre fui muy antropológica en mi mirada

disfruto muchísimo de observar los procesos sociales

y “vivir en la feria” me permitía ver esa cara que no se suele ver en un paseo casual de domingo, o de ser asidua pero transeunte al fin..

más de una vez me senté a tomar mate con los feriantes que estaban en mi puerta

observando las dinámicas, los desaires, los conflictos y las afinidades

no me es ajeno el ambiente feria, nati me hacía notar que siempre rodeo las ferias. en los inicios de yuyo brothers cuando solo se vendía en biarritz y la Feria del parque rodó, yo iba todos los domingos me durmiera a las 9 de la noche o saliera hasta las 9 de la mañana (saaraan! que tiempos aquellos!) una vez con juan otra con el kike, así durante mas de un año. Luego y en desorden mi primera vez sola con lo que hacía fue en valizas, más tarde vino la organización de la fértil, en espacios públicos y casas comunitarias. Germina en el INJU, donde conocí tanta tanta gente talentosísima. tristán con marti, nati y marco. La nocturna del parque rodó.. Y todas esas veces en que la calle se convierte en un espacio justo para ofrecer aquello que una crea y cree. 

en fin, le admití a nati la veracidad de su observación y continuamos viaje. 

fue raro. algo incómodo. las últimas veces que había caminado por ahí, mis emociones eran espeluznantes. como un gato cuando se asusta con todos los pelos parados.  el interior de la casa de La Paz era un caos. definitivamente yo era otra.

y qué complejo, que difícil conciliar todas las que vamos siendo y dejamos de ser no?

este domingo caminando con nati, yo era otra, con la paz mucho mas integrada adentro, y aun así sentía miedo de verme en el espejo quienes me vieron las últimas veces, y no por ellxs que es posible que ni hayan notado toda mi novela. miedo a mi misma..ssssss.. a mis pensamientos..

de mi abuela y mi madre aprendí a ser simpática. empática lo empecé a aprender con mi madre y lo seguí descubriendo por otras vías. pero ir con mi abuela por el barrio era ir siendo la reina del carnaval saludando para aquí y para allá, y quedarse charlando con algunx vecinx rato largo, tanto que a veces nos preocupábamos y salíamos a buscarla y la abuela estaba ahí blablablaabla. Con mamá igual, menos carnaval, más justiciera ambulante, más vínculo afectivo, persona a persona. todo eso opera dentro mío como una necesidad y porque no también un don, un servicio de prestar atención en la calle. 

quizá por eso mis primeros vestigios académicos fueron tomados de la facultad de psicología, que mejor integración de la justiciera simpático afectiva del modelo familiar que una psicóloga! y ahí con la experiencia laboral de centro Juvenil, y la apropiación del rol de educadora fue donde entendí todo. soy educadora. me falta el título, pero tengo una buena caja de herramientas, experiencia y la guía de mis compas de equipo de los cuales me he nutrido y nutro tanto en lo positivo/ creativo como lo que NO. 


ya después de una birrita,  el encuentro con gaby y la superación de ciertos obstáculos, mentales porrrrsupuesto! me empecé a mover con más soltura.


cómo me gusta pararle el carro a los varones con impunidad nivel diosa! que se ve que aún no tuvieron una amiga que les pudiera explicar que han cambiado algunos conceptos.

Íbamos muy charlatanamente y no se porque paramos en un lugar, donde juuusto había un bar con una fauna típica de patriarcalidad contundente. dos señores que miran atentamente a mis amigas. ya que me es innato ese rol, yo suelo mantenerme al borde de las grupalidades, a lo cuidadora, a lo educadora! los observo observándolas. en un momento la incontinencia se hace palabra: “pero que lindas le quedan las canas a ella..!” por dentro mi incontinencia se activó y sin pensarlo me acerqué.. no sabía cómo encarar la situación pero no pude parar a mi cuerpo que con una impronta bastante masculina si se quiere, se les puso al lado. de igual a igual. me miran. hola, hola.. respiro profundo y muy simpáticamente (de veras! sin ironía) suelto.. “la cosa acá es..  que nadie te preguntó no?” y ahí tuvimos unos minutos de adecuación, de ubicación, de encastres de relaciones de poder:  a mí tampoco me invitó nadie a su conversación, pero en tanto se refirió a mi amiga con un nivel audible a mi oido, yo sentí la habilitación a participar de su tertulia. 

el que emitió la opinión, interpelado intenta justificarse, con las típicas, ah no le puedo decir que le queda lindo.el otro un poco se regocija en lo que se empieza a dar. asi lo expresa, y mas bien solo observa. 

ahí por un lado le digo que la forma en que lo dijo, la cara que puso no parecía ser una opinión inocente. que se fijara que atrás de esas palabras había un montón más y me ofrecí a ayudarlo a descomponer, a definir las partes de su comentario: por un lado el estereotipo de belleza, las canas. que le diga que “a ella” le quedan bien implica que las canas no quedan bien. lo que de alguna manera quiere decir que ella es rara. porque algo que no suele quedar bien, si le queda bien a ella.. ahi me surge preguntar si te referías al pelo realmente o a otra cosa..? porque sin ir mas lejos allí hay un señor con canas.. a el no le decís con esa carita: que lindas te quedan las canas.. o que feas! te das cuenta que hay algo mas ahi no? (intento recordar la conversación, pero es lógico que la estoy adornando verdad.. que divertida es la verdad.. verdad?) por otro lado, a no ser que seas su amigx y quieras realmente saber de su vida, te interese como ella vive todo ese proceso de mostrarse tal cual es, con todo lo que eso conlleva en esta sociedad superficial de culto a la apariencia juvenil .. te parece que es necesario hacer un comentario en voz alta en medio de un espacio público?

yo creo que no..


me despedí diciéndoles que me había gustado compartir con ellos, que como se sentían. noté un poco de desconcierto. sobre todo por mi amabilidad. me respondieron que bien. nos agradecimos y nosotras seguimos. ellos se quedaron.


como dije antes me encanta enfrentar ese tipo de situaciones. hay lugares y lugares. no soy kamikaze.. en la feria de tristán por haber sido el patio de mi casa, me siento habilitada.

mis raíces y mis planetas de seguro, también me hacen sentir muy cómoda en ese rol de enfrentar con gracia jugarretas del patriarcado. A veces siento que no estoy haciendo nada para colaborar al cambio y la sanación de este mundo. aunque puede que no sea trascendental, esas acciones a paso de buey, sin prisa, sin pausa,  me recuerdan que voy haciendo cosas cara a cara, frente a frente.

ahi todos los aparentes problemas de comunicación que invento que tengo, se esfuman. se hacen acción precisa. granito de arena del desierto reEvolución, que seguimos testaruda, tenazmente buscando poblar.


nos deseo autenticidad, para atravesar las atrocidades..


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